¿Qué tiene de especial un día de talleres abiertos?
Por Martin León Geyer
El Sábado 16 y Domingo 17 de Abril tuvo lugar el primer Open Studio de
Barranco. En el mapa que estuvo repartiéndose se podía acceder a 32 lugares
repartidos por todo el Distrito de Barranco, entre talleres, viviendas y otros
espacios. Desde las once de la mañana hasta las siete de la noche. Solamente en
el primer día, personas vinculadas a la Municipalidad comentaron que calcularon
200 personas por taller participante. Para el domingo esta afluencia con toda
seguridad ha sido aun mayor.
El valor de una iniciativa de este tipo, que al igual a la
desaparecida Noche en Blanco, aparece y se hace realidad por el empuje de unos
pocos, en esta ocasión el artista José Luis Herrera Gianino y un pequeño
colectivo de profesionales mutados a voluntarios entusiastas, es a primera
vista la oportunidad que brinda para disfrutar del arte de una manera poco
acostumbrada. Para el público debe haber sido sorprendente y fascinante ver con
sus propios ojos como surge y se produce la creatividad. Pero hay más. A
diferencia de cuando se expone, aquí los artistas, al abrir sus talleres, se
abren ellos mismos. El lugar donde crean y producen, donde conviven con sus
propias inseguridades, miedos y frustraciones que son no pocas veces el
principal aunque invisible actor. Doblemente valioso entonces.
Para los artistas participantes han sido dos días intensos y
desacostumbrados, algunos indudablemente deben haberse visto fuera de sus zonas
de confort habituales. Para ellos Barranco es una llave central a como se
perciben o entienden, es más que el lugar donde alquilan un taller o una
vivienda, les es un lugar especial, que han convertido en parte - piedra y alma diría el sociólogo y pensador
Richard Sennet - de su identidad como artista y persona.
Lo expresan por
ejemplo Manuel Zavala y Víctor Delfín, entrevistados para este evento. La
iniciativa, resaltan ambos, estaba pendiente desde hace tiempo y calza con una
impostergable necesidad para organizarse y también formalizarse. Como explica
Manuel Zavala, el Open Studio “da una cobertura
diferente a los artistas, también de
imagen, especialmente ante las autoridades, quienes quizá no lo tomen tan seriamente, pero
cuando vean el efecto, que se va transmitir en el exterior, y como se va a ver
Barranco, se van a esmerar y darle la importancia que se merece”.
Víctor Delfín encuentra una expresión fantástica y define
Barranco como un mítico tesoro presto a ser descubierto, “todo eso es un Paititi que
la Autoridad Municipal no debería descuidarlo”. Condición para ese hallazgo es
“que los talleres y artistas deberían
tener vasos comunicantes y viceversa, porque es así que se genera un progreso.
Eso significa más delicadeza con las calles y con el barrio.”
Open Studio no solamente ha permitido al artista mostrarse,
sino que el artista se ha podido insertar por dos días en un contexto más formal
y por lo tanto más profesional, resalta CAPA ART. El clama que necesitan
acceder a las herramientas legales, o de cualquier otro tipo, para poder
exponer, mostrar su trabajo, ya que algunos artistas les cuesta encontrar o afirmar su acceso a la
producción profesional de altura y asegurar de esta manera los ingresos que
toda persona necesita. “No tienen sus trabajos en una línea, hay una especie de
improvisación” reconoce y sugiere que “seria bueno que el artista tenga un
espacio que esté apoyado por la municipalidad, allí va a ver una especie de
relación mucho más importante entre el distrito y la cultura.”
Lo que ya es seguro, escribe la Directora del
Goethe-Institut Perú hace unos días: se necesitará mejorar la conectividad de
los hacedores de cultura, a escala local, nacional, continental y mundial
- entre ellos y con los demás sectores
de la sociedad. Tareas pendientes serán las de proveer más marcos y lugares
para la creación y más plataformas para el diálogo, para que se puedan
construir las redes que se necesitan, sean presenciales o digitales. (Carola Dürr, El Peruano, Sección Variedades,
pág.6, viernes 15.04.2016).
El Open Studio ha
sido un paso en dirección correcta que seguramente será recordado. aparte que
logró por dos días llenar todo Barranco de peatones convertidos en paseantes,
todos equipados con un mapa del distrito, e igualmente importante, ha logrado
movilizar necesidades que subyacían. Pero cómo cubrir esas necesidad o urgencias
ya no vía eventos, sino mediante soluciones más constantes, sobre eso será
necesario hablar en otra oportunidad.
Esperamos que esta primera versión del Open Studio no desaparezca después de dos tres versiones más, como le sucedió a tantas iniciativas honrosas, entre ellas la ya mencionada Noche en Blanco, que sumando los asistentes a sus tres versiones debe haber logrado bordear el millón de personas. Y hagamos votos también que a partir de iniciativas como la de sábado y domingo pasado, podamos desarrollar proyectos de más aliento que permitan posicionar a Barranco como la ciudad del arte y de las industrias creativas.
Esperamos que esta primera versión del Open Studio no desaparezca después de dos tres versiones más, como le sucedió a tantas iniciativas honrosas, entre ellas la ya mencionada Noche en Blanco, que sumando los asistentes a sus tres versiones debe haber logrado bordear el millón de personas. Y hagamos votos también que a partir de iniciativas como la de sábado y domingo pasado, podamos desarrollar proyectos de más aliento que permitan posicionar a Barranco como la ciudad del arte y de las industrias creativas.
Bibliografía:
Diálogo y
Cultura, por Carola Dürr, El Peruano, Sección Variedades, pág 6, 15.04.2016
Entrevista a
Manuel Zavala
Entrevista a Víctor Delfín
Entrevista a CAPA ART
Página de Open Studio en Facebook
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